claro que no a todos tenemos el mismo grado de curiosidad, he ahí una de las grandes variantes de nuestros gustos. Algunos no nos importa mucho hasta donde nos llevara la curiosidad, aun conlleve peligros nuestras decisiones, otros son consumidos por curiosear, pero prefieren equilibrar lo con la razón y la rutina. imaginar caer desde lo las alto de una caída de agua gigantesca es sobre cogedor, pero estar ahí, justo ahí al borde y poder ver hasta donde llegan las cosas da una sensacion de poder, poder que si no se equilibra termina destruyéndonos.
